lunes, 9 de mayo de 2011

DIARIO DE UNA TARDE


Ahora no tengo ganas de pensar. Hace cuatro días que no duermo y me da miedo volver al hospital porque no sé lo que me encontraré allí.
Cuando me marché me sentía bien, pero mientras estaba dentro había cosas espantosas. La chica de mi lado era muy agradable, lástima que falleció el mismo día que me marché. Aunque el chaval de la habitación de al lado era muy amable, se le oía llorar cada noche.
No quiero volver al hospital, ya estuve ingresada un mes entero, pero al parecer, la quimioterapia de este último mes no había servido de mucho. Lo que mas me preocupa es mi hija, cuando a las noches me pregunta el porqué de la caída de mi pelo, el porqué de la ausencia de mis fuerzas y el porqué de la existencia de mis lágrimas a las noches.
Mañana vuelvo a entrar al hospital y llevo metida en la cama una hora, no puedo dormir. Solo pienso en mi hija, pues desde que murió mi marido, ella tan solo me tiene a mí . Me da miedo dejarla sola, sin padres. Pero yo no tengo las suficientes fuerzas para mantenerla. No sé qué voy a hacer.

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